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PÁGINA DE HUMOR



Carta a mih padreh

Campodrón a vinticinto del corriente de 1965

Queridísimoh padreh, hermanoh, agüeloh, chacheh y demáh familia. Ehpero que al recibo de ehta se encuentren ohtéh bien, yo bien graciah a Dioh,anque lo de graciah a Dioh sea mucho dicir, ya que acabo de salir de unah enginah mah malah que un dolor, con unoh calenturoneh que me han dao, que de pocah y me voy al otro barrio. Menoh mal que con una caja indicioneh que me ha puehto el platicante, y un sello del padre Damián que me he tragao, paece ser que me se ha enderezao un poco la cosa , anque no crean ohtéh que ehtoy yo mu telenda tavía que digamoh.

Se extrañarán ohtéh de que leh ehcriba una carta de mi puño y letra, ya que hahta ahora hablábamoh siempre por el teléfano. Qué máh quisiera yo que habeleh puehto una conferencia, pero me he percatao que eso de lah conferenciah eh una cosa muliosa, porque entre que leh avisan a ohtéh de la casa teléfanoh, y luego se ehperanohtéh a que leh toque la vez, le dan a ohtéh allí lah Pahcuah. Ademáh mama, como ohté eh mu poco dihcreta, que siempre habla a grito pelao, poh resulta que loh que ehtán ehperando allí asentaoh, se pasan to el rato aparpando to lo que se dice y lo que no se dice, y no me da a mi la santa gana de que la gente se entere de lah cosah del mundo,ea.Por eso mihmo he determinao ehcribileh anque me cuehte muncho hacelo y la letra vaya medio garrapatiá y emborroná, pero eh que con lah cuatro reglah que me enseñó doña Felisa, la cosa no da pa máh.

Güeno mama vi a intental contale una miaja como van lah cosah por aquí, y de paso ponela al corriente dende que ehtuve la última veh en el pueblo, que si mal no recuerdo fue pa San Antón Bendito.

Como bien sabrá ohté, salimoh de Orcera tal que el día diciocho de Marzo bien de madrugá. Tavía no había clariao, pero pintaba una mañana máh rasa que un pandero.

El atobúh de José Ramón iba aquel día lo nunca vihto de gente, güeno de gente y de apechuhqueh, con dicile que angunoh llevaban hahta cántarah de azaite y sacoh de crillah, con eso se lo digo to. La cohtión eh que aquello iba que no te podiah cantiar.Y pa acabar de arreglar el negocio, aparecieron a última hora unoh mocicoteh que no habían avisao que iban a venir, que le paece a ohté. Yo cuando vi el panorama, dije pami “mae mía el viaje que noh ehpera”.Venían loh doh muchachoh carreando, con la lengua fuera, del atracón de correr que se habian dao loh probeh dende Moralejoh, fíjese ohté, pa habesen matao, a ohcurah como iban por esah cuehtarracah de Segura. José Ramón el hombre, pa arreglar el asunto, leh dio unah silletah de esah pegableh,y se asentaron lah criaturah en mitá el pasillo, que iban allí loh doh medio engurruñioh.Y encima de ir asín, cuando ehtábamoh ya de camino, cada vez que José Ramón veía asomar a loh cevileh por la carretera leh dicía a loh muchachoh: acacharoh,acacharoh por lo que mah queráih, que si s´oh ve la guardia cevil me buhcáih la perdición.
Güeno poh en fin, como le hiba diciendo ,enfilamoh ya la carretera, con un frío que hacia aquella mañana, que te se arreguillaba hahta el fandango.

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Menoh mal que dentro del atobúh se iban calentico de la mihma humanidá de la gente, pero claro, llegó ya un momento que íbamoh toh ya recocíoh como lah tortah; y yo que siempre ehtoy en la inoria pa ehtoh casoh, no eché ni gota de agua pa la resequedá de galganta que me se venía, que mala bomba me caiga si me olvido yo de echar otra vez un botijete de agua pa loh viajeh. A lo mejol debía de ser yo la única que tenía ese poblema, porque angunoh se tomaron la cosa con santa pacencia, como el hermano Domingo Ortega y su mujer, que nah que pasar el Puente Génave, dehliaron la parella y se endilgaron una orilla pan y una tajá lomo como mi muñeca...que hay que tener ganah en un viaje pa comese eso.

Otrah personah iban echando una miaja cabezá, y yo iba medio atontoliná de la calorina, mahcurreando una billota..Asín andamoh unoh cuantoh kilometroh, hahta que de gorpe empecé a sintir la pehtor de la gasolina que ya sabe ohté que no la puedo ver ni solohtrar y empezaron a regolvéseme lah tripah.Ehto era ya pasao Corteh. Poh mire ohté mama, empezó a subime por el ehtógamo una reconcomia, que me subía así por to el canuto arriba así y me se quedaba en el galillo un guhto mah amargo que loh yeroh.Yo vihto lo vihto dije pa mih adentroh : Joaquina, me paece que te ehtah mariando. Dicho y echo. No habiamoh tomao la primera curva del Jardín, que ya ehtaba yo que fenecía. Primero empecé a resoplar y a poneme pajiza, luego empezaron a zumbame loh oidoh, y porsi faltaba poco, la cabeza me daba güeltah y loh ojoh me se volvían del ravéh. Me levanté del asiento como una exhalación, y dije to lo alto que pude :“José Ramón hijo mío, para por Dioh y por la Virgen que echo aquí loh atrileh”. El hombre me hizo caso y al pronto le echó mano al freno, pero quiá ya no había na que hacer. La boca se me dihparó como si fuera un cuhete y aquello fue lo nunca vihto.Qué barbaridá, que barbaridá y que barbaridá, no quiero entrar en detalleh mama.Y la hihtoria no acabó aquí, porque si hubiera acabao aquí, hoy paz y mañana gloria. Pero no, mire ohté casolidadeh de lah cosah, que fi a echale to el mandao a una agüela de Benatae que iba a mi lao rezando el rosario. Mire ohté mama, la agüela, como si hubiera tenío un asomo, pegó un bote que de por pocah y rompe el techo. Cuando se vió el mandil nuevo, que se lo había comprao en lah fiehtah de Benatae, se quedó mah blanca que la nacarina y dihpuéh empezó a soltar por su boca mama, de to, de to y de to : “marrana, pelleja,zamarra, así te lo pague Dioh con un lobao, ay mi mandil que lo tenía pa la boda de minieta”...Josúh,Josúh,Josúh, yo no sabía ande meteme. Dihpuéh la tomó con lah ánimahdel Purgatorio : “maloh demonioh me lleven a loh infiernoh de Yehte, que son loh diabloh de azúcar.”Y así ehtuvo hahta que se le cansó la boca y la enritación, y se quedó medio ehgonzá en el asiento.Yo qué podía hacer mama, si me quedé muda, menoh mal que siempre llevo una miaja tualla, de por si lah mohcah, en el cehtete mimbre de la merienda, y con eso y un poco de gasiosa que me dió Juanillo le limpié el mandil y se lo dejé to lo enjuto que pude. José Ramón, la criatura, que se ve que se vio el percal echó el atobúh a la cuneta y saltó : “vamoh a ver, el que quiera miar o tomar el aire, que se baje ahora que ya no paramoh hahta Valencia”.

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Bendito José Ramón, porque de verdad que aquello fue un deshaugue. Mire ohté mama, ohté ha vihto como salen lah fierah de loh circoh, poh así salió máh de uno que no seaguantaba mah, a conformase detráh de una aliaga. En fin,que ya pasó el dichoso percance y fuimoh tirando millah hahta ya bien pasao Valencia, que allí tamien noh reimoh un rato largo,...no le digo yo a ohté que loh viajeh...Resulta que la hermana Frahquita, de la cañá Ballehteroh, se dihpertó del soñarreo que traia, y como la probe no había vihto nunca el mar, poh se quedó ehpavoría cuando lo vió, y le dijo a su marido toa preocupá : “leche en Dioh Vicente, échate p´allá que se noh viene el agua encima”.Yeh que mama, por esa parte Valencia, como ehtá to mu llano, poh se ve el mar mah arto que la carretera, que a mi me pasó lo mihmo la primera vez que lo vi. Güeno por por fin y dispuéh de aquel tormento de viaje, llegamoh ya mah noche que un cerrojo a Torellö. Como ohté podrá comprender yo que iba echa carbonato y sin probar bocaoen to el día , ya no sabía si ehtábamoh en Torelló o en Torellá. Güeno mama la cohtión eh que llegamoh sanoh y salvoh que eh lo prencipal.Y ya ehtá bien de contar viajeh, que ya tendremoh tiempo de contanoh peripeciah cuando vaya pa l´acituna.

Quisiera dicile, cambiando de conversación, que ya no ehtoy en Torelló, ahora ehtoyen Campodrón.Ya le mandaré lah señah pa que me ehcriban, y no se preocupen ohtéh, que como ya se que ni ohté ni papa saben ehcribir, poh que leh ehcriba la carta la hermana Doloreh que tiene mu güena letra.

Quiero que sepan, que ehtoy sirviendo en casa de unoh señoreh de mu güen porte,que tienen doh neneh chicoh, y yo leh ayudo a cuidaloh y tamién a gobernar la casa. Son gente mu educá y de poca misa.Te hablan de ohté tanto si eh pa bien como si eh pa mal, y entre elloh hablan el catalán, que a lo vihto eh una lengua mu antiguísima, mah o menoh como la de la sierra, con la diferencia de que elloh me entienden a mi to lo que leh digo, y yo a elloh una pocas puñetah. Por dicir algo, “al pan le llaman pa”, “al vino le dicen vi”, y “a lah habichuelah monchetah”, y a mi me llaman “reina” con lo cual ya ehtá to dicho.

La comida por aquí eh igual que por allí en lo que hace a lah cosah indihpensableh, menoh con el pan que se ve que le tienen querencia y casi nunca se lo comen sólo. Lo tuehtan, le rehtriegan una miaja de ajo y de tomate por encima, le echan un chorrión de azaite y un na de sal y luego le ponen la engañifa.Tamién aquí son mu pahteleroh y siempre hay anguna cosa de horno que celebrar con el nombre de angún santo. Con dicile que hahta tienen unoh confiteh que leh llaman “peoh de monja”, ya me dirá ohté.

En lo referente a loh beileh, aquí no se beila la jota, se beila la sardana. Pa beilar se cogen toh de la mano haciendo corro, como en la Candelaria, pero mu ordenaoh y sin sintise una mohca. Luego suena una orquehtina, con una trompetilla que tiene un chiflete, que eso te se mete en loh sentioh, y ademah beilan toh con alpargateh blancoh y de puntillah, sin meniar nah que la punta loh pieseh. Eso eh dihno de velo de verdá.

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Poh a pesar de to lo que le cuento y de lo bien que ehtoy, cuando me voy a dormir me se echa la casa en lo alto. No puedo remedialo. Me pongo a mirar loh revoltoneh y me quedo trahpuehta pensando y pensando : cómo ehtarán mih padreh de salú y de conocencia. Y el rahpaliendreh de mi Vicentete, como lo malo y lo rabitieso que eh, cómo ehtará tamién. Mira que noh habrá hecho fechoriah de toh loh coloreh. Se acuerda ohté mama, cuando se clavó el pizote de oliva en el culo, que tuvimoh que salir a ehcape a ca don Frenando, que en qué se vio pa curale aquello. Y cuando le echó doh celemineh de serrín a la cal que teniamoh en la camarilla pa enjalbegar. O si no el dia que se murióel hermano Batanero que paz dehcanse, que ehtaba lloviendo a mareh y se metió debajo de lah andah y se fue con loh hombreh al cementerio. Dende luego ya puede ohté sujetalobien, que ese no se lah piensa doh veceh y el día menoh pensao viene ehperniquebrao. Y la churuvita de mi hermanica,sigue tan ráfita como siempre. No le consienta ohté tanto mama, que el día de mañana no va servir ni pa vehtir santoh.

Y papa, ha güerto ya de ajorrar de Navalahna.Vaya penaero que lleva el probe por esah sierrah. Dígale ohté que cuando vuelva, que le voy a llevar unoh pantaloneh nuevoh de pana, y unoh calzoncilloh largoh de felpa, que esoh que tiene, ehtán ya mu raidoh.

Ya me dirá ohté tamién como ehtá el chache de lah riomah. Dígale ohté de mi parte que no se tome esah pesambreh con la burra, que el animal no tiene conocimiento. Y el agüelo, como anda de la chilondra, me acuedo tanto de él...A veceh me vienen a la memoria cosah de cuando era chica, como un año pa la matanza, que ehtaba asentao delante de la lumbre como un patriarca, mirando el cardero de la cebolla, y me subió a suh rodillah y empezó a contame cuentoh y puesíah mu antiguah, que a lo vihto se dician en tiempoh de suh padreh de él,...ay eh na. Había una copla me acuerdo, que hablaba de loh faciosoh, que se conoce que eran unah genteh mu malah, que llegaban a loh puebloh y a loh cortijoh y andaban con to, y quemaban lah casah y se beneficiaban a lah mocicah, y que dicía asín la canción:

La hihtoria de loh faciosoh, colirón,colirón,lirón,lirón
eh muy fácil de contar, sí con el oritín,sí con el oritón,
eh muy fácil de contar.
Que cuando llegan a un pueblo,colirón,colirón,lirón,lirón,
todo eh correr y trotar,sí con el oritín, sí con el oritón,
todo eh correr y trotar.
La carabina sin llave, colirón, colirón,lirón,lirón,
la ehcopeta sin cargar, sí con el oritín,sí con el oritón,
la ehcopeta sin cargar.
Cuarenta hombreh venimoh, colirón,colirón,lirón,lirón,
cuarenta librah de pan, sí con el oritín, sí con el oritón,
cuarenta librah de pan.
Y al que no noh lah de, colirón, colirón, lirón,lirón,
sin el gavi se verá, sí con el oritín, sí con el oritón,
sin el gavi se verá.

Tamién me contaba el agüelo que su padre juegaba al frontón en una paré medio ehrribá del Convento con un tal Gorohtidi, que se ve que era vahco. Eh que el agúelo sabe muncho, mah de lo que paece.Y mira que eh religioso como él solo. Me contó que una veh que pa la feria La Puerta, había comprao unoh añojoh y ya anocheciendo venía de güerta pa Orcera.

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Y claro como venía tamién mah gente con gorrinoh, muloh y de to, poh se ve que loh chirroh se asuhtaron y salieron zumbando y se fueron a Fernando Poo. Entoceh loh mozoh que iban con él, empezaron a desehperase, y el agüelo sin perder la pacencia leh dijo : Tranquiloh hombreh, y se puso a rezar y dijo en voh alta :” si me se han perdío loh añojoh, San José me loh junte”, y oye, dicho y hecho.Se ve que no habían pasao diez minutoh que había dicho aquella oración, cuando loh añojoh golvieron toh por su camino y con su amo.No me diga ohté que eso no son cosah pa contalah.

Anda que cuando quiere saber la hora tiene poblemah de relojeh. Lah cuenta de maravilla : a la una canta el gallo, a lah doh la totovía, a lah treh el rosiñol, y a lah cuatro ya eh de día En fin, en fin, en fin, cuantoh recuerdoh y cuantah calamidadeh le pasan a una por la cabeza de una.Y to ehto mama viene de lo mihmo , de lah lejaniah de la tierra que una ehtraña. Que ehtah lejaniah son mu durah de pelar. Se acohtumbra una con el tiempo, pero hay argo por angún lao que te tira pa allá y una no puede con eso. Porque ande mejor ehtá una eh ande quiere y consiente y no ande se le obliga.

Pero güeno mama ya ehtá echo, y a lo hecho pecho, que tampoco voy a ehtar aquí dándoleh la monserga con mih ronroneoh, que ehtán ohteh de fiehtah y hay que desaugase y pasáselo bien. Me imagino que ya habrán puehto lah banderillah de papel por lah calleh, y ya habrá venío el turrunero, y lah olah, ay con lo que me guhta a mi zimbriame
en la cosa esa redonda de lah olah que paece una taza.Tener cuidiao con el Vicentete, que no se vaya solo a lah vacah, güeno ni a lah vacah, ni a la chivanca.Y a la agüela,aunque ya no tenga la cabeza en su sitio, comprale aunque sea una pesetica turrón del blando, que dihfrute tamién la probe. Ea, poh na mah, lo dicho, a beilal y a alegrase y el día la Virgen pida ohté por mi, pa que el año que viene tenga salú y pueda ehcribileh otra vez.

Ah me se olvidaba : la cehta perrunillah que me traje, ya ha caido, y el jamón no digamoh, que ehtá ya en el gabarrito. A ver si me entiende ohté.

Sin na mah que dicileh, se dehpide de ohtéh con un beso mu requetefuerte su hija que muncho loh quiere y nunca loh olvida

Joaquina

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