Anales I I La red Castral



LA RED CASTRAL EN LA COMARCA 
DE SEGURA DE LA SIERRA (JAÉN)


I. EL MEDIO FÍSICO

La Sierra de Segura la forma un macizo montañoso de la  Cordillera Penibética, concretamente del Prebetico Externo que los griegos llamaron Oróspeda. Ocupa parte de las actuales provincias de Jaén, Granada, Murcia y Albacete. Estas cordilleras constituyen el sistema alpino más complejo de la península. Se extienden por el S. y SE. desde el Estrecho de Gibraltar hasta el cabo de la Nao en Alicante prolongándose por Ibiza y Mallorca. Se formaron en la era Moderna o Cenozoica dentro del período Terciario que duró unos 60 millones de años y que se caracteriza por la formación de los contornos de los actuales continentes.
Su lado occidental corre en dirección aproximada de SO a NE y está formado, sucesivamente, por las sierras del Pozo y Cazorla, Segura y Alcaraz; por su lado sur, con dirección OE, está constituido por las sierras de Gillimona, Las Cabras, Peña de Moratalla, etc. con altitudes de unos 2.000 mtrs.; por la zona intermedia se encuentran otra serie de serranías, como El Calar del Mundo,  el Mentiras, Cobos, el Almorchón etc. A su vez los linderos de la Sierra de  Segura, en la provincia de Jaén entre las sierras de Las Villas y Cazorla, están perfectamente marcados  por la propia naturaleza al tratarse de accidentes puramente geográficos: de norte a sur el arroyo de la Torre del Vinagre Vieja divide los términos de Santiago de la Espada-Pontones con Santo Tomé; luego el río Borosa la separa de Santo Tomé y la Iruela, mientras que el Arroyo del Infierno señala la linde con Cazorla hacia los Campos de Hernán Perea alcanzando a la provincia de Granada por Las Empanadas. Aunque en 1253 se delimitan los términos entre la Orden de Santiago y el arzobispado de Toledo: entre Segura y Chiclana por los santiaguistas; Quesada e Iznatoraf por los de la iglesia toledana, hubo un deslinde en 1348 entre términos de Quesada y Segura colocándose los mojones: Primeramente como parte con eznatoraf, guadalquibir arriba, e por el rrio de las guadazebas e a la torre el vinagre, do parte con sigura, e da otra bez en guadalquibir e la naba de medio, do parte en rambla seca otra vez en sigura, e dende a las aldeas  de la dicha villa (Quesada).
Nudo orográfico donde se alternan elevadas cumbres con profundos valles regados por una red hidrográfica importantísima que la forman varios ríos, siendo los principales: Guadalimar, Guadalquivir, Guadiana Menor, Mundo, Taibilla, Tus, Madera, Morles, Zumeta, Hornos, Segura etc, así como innumerables arroyos y manantiales que, tras recorrer terrenos muy accidentados regando valles y huertas, desembocan en el Mediterráneo y el Atlántico. Bosques de variadas especies vegetales: pinos (salgareño, negral, laricio, carrasco, doncel), encinas, sabinas, fresnos, roble, álamos, avellanos, acebos etc.; pastos y flora abundante, junto a fauna variable y clima especial forma una frontera natural de difícil acceso.
En este conjunto orográfico se constata la presencia humana desde la más remota antigüedad. Con el devenir de la Historia, aquellos pequeños hábitat humanos evolucionan convirtiéndose en sociedades más civilizadas que, en el espacio de nuestro estudio, aparecen estructurados en pequeños núcleos rurales dispersos.
De vital importancia serán las vías o caminos de comunicación, ya sea por los pasos naturales de las cuencas de los ríos o los puertos de montaña, que ponían en contacto tanto a contingentes militares como a sencillos campesinos, agricultores, pastores y comerciantes; de aquí que para su vigilancia y control del territorio fueron necesarias construcciones defensivas, alcanzando gran importancia y auge en todo al-Andalus en el siglo XII, con los almohades. Con la conquista cristiana, y el establecimiento de la Orden Militar de Santiago en la Sierra de Segura, se forma otra nueva frontera la cual es necesario potenciar tanto para su defensa y control frente a los musulmanes como para su repoblación. Según el Fuero de Cuenca, que se concede a Segura de la Sierra, se atiende a distintos aspectos relacionados con la defensa de la ciudad o villas estableciendo guarniciones militares, construcción de fortalezas y murallas; como deben ser los materiales empleados; la altura y techumbre de las casas en zonas de peligro; los deberes del alcayde, como responsable de los castillos o fortalezas, en cuanto a la provisión de agua, víveres, armas y estado de conservación etc. Es por ello que en la Sierra de Segura contamos con una extensa red de construcciones defensivas: torres, atalayas, casas fuertes, castillos y  fortalezas correspondientes tanto a época musulmana como cristiana. Dado que este trabajo es limitado, solo nos vamos a ocupar de las concernientes a la provincia de Jaén.

II. EL VALL DE SEGURA
               
Desde las altas almenas del castillo de Segura de la Sierra, se divisa un espléndido paisaje de montañas, pueblos, aldeas, cortijos y el valle donde se ubican castillos, torres, atalayas etc., para la defensa del núcleo central, Segura de la Sierra, y control de las vías de comunicación. Del estudio y análisis de estas construcciones, trataremos en los siguientes apartados.

EL CASTILO O TORRES DE PEÑOLITE
Comenzando por el “Camino de los Cartagineses”,  a 3 km. de Puente de Génave, en un cerro al noroeste de su aldea de Peñolite, por el camino que iba hacia Beas, se encontraba un castillo que garantizaba la protección de población campesina dispersa en pequeñas alquerías, ante las razzias árabes o cabalgadas de los castellanos, y cuyos campesinos cultivaban las fértiles tierras regadas por arroyos y manantiales. De época almohade, siglo XII, solo se conservan tres de las cuatro torres que protegían sus vértices. Construidas en tapial de calicanto de planta cuadrada, unos 4 mtrs. de lado, y forma troncocónica, albergaban cuatro cuerpos de los que el inferior era macizo; en los tres restantes había cámaras con cubiertas adinteladas, sostenidas por vigas de madera que apoyaban en los salientes creados al estrecharse los muros, que recibían la luz lateralmente por medio de saeteras vaciadas al interior. Este lugar se despobló tras la conquista cristiana desapareciendo su población musulmana. En 1494, la Encomienda de Segura poseía acá una dehesa.


CASTILLO DE BUJALAMÉ

Pasado Puente de Génave, el camino estaba vigilado por el castillo de Bujalamé como vanguardia de La Puerta de Segura. 
Edificado sobre un importante oppidum ibérico enclavado sobre una colina de 625 metros de altitud, cercada por un grueso muro de mortero de calicanto y tierra; acá se han encontrado hachas de piedra, puntas de flecha, así como restos de una fundición al pié de dicha colina donde se encontró una estatuilla en bronce conocida como El Sacrificador de Bujalamé, que se localiza en el Museo Arqueológico Nacional. Cronológicamente, este castillo es de época musulmana, del cual quedan restos de una torre, posiblemente la del homenaje, rectangular de unos 8´5 metros, gruesos muros de mampostería y mortero de calicanto. También se pueden apreciar los restos de la cerca del castillo, de tapial, así como los de un muro que enlazaba con la muralla exterior, además de abundantes restos cerámicos. Lo que más llama la atención de este castillo es su enclave estratégico de extensa visión del valle del río Guadalimar y las montañas de Segura, Alcaraz y Morena y, sobre todo, la vigilancia del castillo de La Puerta cuando quedaba inundada la entrada al cerrar el puente. Según me han informado hace poco tiempo, el dueño de esta finca ha derribado completamente los restos que quedaban de este castillo.


LA PUERTA DE SEGURA
Este es el paso natural de entrada a la Sierra de Segura. Siguiendo esta vía, por la ribera izquierda del Guadalimar se llega a La Puerta de Segura  cuyo ramal principal cruzaba el río por un famoso puente para continuar por la orilla derecha. Este puente estaba guardado por una fortaleza o castillo. Construido en tapial de calicanto, lo que hoy queda de él se reduce a un torreón que pertenecía al recinto exterior; presenta una planta cuadrada de 4´5 mtrs. de lado y 1´10 de anchura en sus muros. Actualmente está adherido  a una casa como base de su cimiento. 
Lo más importante de este enclave era el puente, posiblemente de origen romano, construido con grandes mampuestos y fortísimo calicanto de un solo ojo y que, en caso de peligro, se tapaba con una compuerta con lo que se remansaba el agua del río quedando totalmente impracticable y aislado del castillo[1] “Puente de un solo ojo de cincuenta pies de ancho y çincuenta pasos de largo, armado sobre dos piedras jabalunas y que pasan mucha madera de los términos de Alcaraz y de la villa de Sigura”. “En tiempo de las Germanías el bachiller Alcalá sentenció al capitán de los germanos que avía en Villarrodrigo a muerte por mandado del gobernador, los fijos y amigos de dicho capitán entraron en la fortaleza y mataron y robaron al dicho bachiller... y clavaron su cabeza   en la dicha fortaleza”, nos relatan las Relaciones de Felipe II.


CASTILLO DE LA ESPINAREDA

Los restos de este castillo se encuentran situados en un promontorio cuidando el acceso al valle de Segura desde los collados que contactan con el arroyo de Peñolite y el valle del río Beas, Cuerda de Beas. Su posición no es casual ya que no solo domina todo el valle, sino que tiene comunicación visual directa con el castillo de Segura de la Sierra, lo cual era útil para realizar avisos. Castillo poderoso de época musulmana, con un complejo importante: consta de torre del homenaje y recinto amurallado. Se aprecian restos de aljibe así como muros de viviendas del antiguo poblado medieval.
 Seguramente este enclave se viera despoblados tras la conquista cristiana de la zona.



EL CASTILLO DE VALDEMARÍN
Siguiendo la cuerda y paso citado se encuentran los Valdemarines, conjunto de varios núcleos diseminados, donde estás el cortijo de La Torre y donde se conservan los restos del Castillo de Valdemarín embebido en el caserío de la aldea resultando complicada su interpretación; el interior, casi sin modificar y aunque no nos fue posible entrar, nos informaron ser muy interesante ¿Podría ser más bien una casa fortificada?.

            Además de estos enclaves, existieron en el valle otros castillos de los que apenas quedan restos. Entre ellos están los del Castillo de Altamira, del que subsiste una torre entre el caserío, habiéndole cogido parte de sus muros una de las casas adjuntas. Cerca de Cortijos Nuevos se encontraban las ruinas de la torre de Gutamarta, muy fuerte de calicanto, algo derribada por algunas partes. Un castillo en Catena questá a la parte de poniente, una legua de Sigura, tiene edefiçios de casas caydas y castillo. A la parte norte a quatro leguas de Sigura, esta el castillo de Çalfaraz ques edefiçio muy fuerte e muestra aver sido en otro tiempo población, porque ay casas caydas, según nos lo describen las Relaciones de Felipe II en el siglo XVI. Actualmente no quedan ningún resto, puesto que se despobló, y desapareció la población musulmana tras la conquista.


CASTILLO DE CARDETE

Situado en una zona de gran visibilidad, junto a la carretera que conecta La Puerta de Segura y Siles y a 3 km. de Benatae, en el “Camino de los Cartagineses”, se encuentra el castillo de Cardete, conectado visualmente con el de Segura de la Sierra, constituye la bisagra entre los subsistemas de Segura y Siles, del que queda en pié la torre del homenaje y restos de la cerca. Este castillo sería de planta trapezoidal cuya torre es de planta rectangular, 6´8/4´70 mtrs. y de unos 14 mtrs. de altura y forma troncopiramidal; gruesos muros de 1´3 mtrs. y cuyo interior alberga cuatro cuerpos. Tuvo que estar coronado de almenas (como aún hoy se puede apreciar); el material empleado  es de calicanto, con la base de mampostería y el resto de tapial; el interior iluminado por saeteras. En cuanto a la cronología, según autores, de tipología beréber probablemente almorávide o almohade, como la mayoría de las construcciones, servía de retaguardia al de la Puerta y de refugio de una de sus aldeas, Benatae. Actualmente ha desaparecido gran parte de lo que correspondía a la cerca, su estado es cada vez más ruinoso.
            Por las proximidades de Cardete, junto a la carretera de La Puerta-Siles a la derecha del Guadalimar y al pie de Sierra Oruña estaba el Castillo de Oruña; ubicado sobre un importante yacimiento arqueológico ibero-romano donde se encontró una lápida romana con dos inscripciones mortuorias.
            Sobre un cerro próximo a la aldea de las Fuentes, en término de Benatae, se encarama la Torre de las Fuentes. Era una atalaya de vigilancia, en el camino que va de Torres a Onsares, dominando parte del río Guadalimar. Su construcción en material de mampostería, mal ripiada, recubierta de tapial, su estado es de ruina progresiva (no me ha sido posible la localización de ambos).





TORRE DE BENATAE.

Este topónimo sin duda es de origen árabe que puede derivar de Ben Atha “hijo del agua”, en relación a las fuentes que hay en sus tierras, o de la partícula Ben Ibn Situada a las haldas de la sierra de Peñolta, Sierra Oruña, valle de Segura, entre llano y algunos pequeños montes. La visita de 1498 nos relata lo siguiente: E luego, los dichos visytadores continuando su visytación visytaron vna torre, que esta en la dicha villa, la qual es muy alta de tapias de formigon mal reparadas, la qual tiene tres suelos. Esta dicha torre tiene delante vna barrera de tapias e mas adentro otra barrera de hormigón mal reparada. Tiene al pie de la dicha torre vn quarto de aposentamiento en que ay vna sala e dos palaçios e vna cosina, todo fecho acolgadizo e mal reparado. Posiblemente esta torre corresponda a la actual torre-campanario de la iglesia parroquial


ORCERA
                Antigua arrabal de Segura, tenía una torre, según mencionan los visitadores de la Orden, de la que no se conserva nada; aunque hay quienes afirman ser esta la que corresponde a la torre-campanario de la Iglesia parroquial.


TORRES DE SANTA CATALINA
            Próximo a Orcera se encuentran tres torres llamadas de Santa Catalina, título que recogen de una ermita que existió en el entorno dedicada a Santa Catalina. Estas torres o atalayas eran eminentes fortificaciones que vigilaban el intrincado paisaje de colinas que ocultarían la vista a posibles incursiones enemigas; cinturón defensivo de Segura y refugio de agricultores en momentos de ataque. Relacionadas entre sí unos trescientos metros, son de forma troncocónica, planta rectangular y unos catorce metros de altura, de gruesos muros de calicanto con una serie de saeteras vaciadas al interior y coronadas de almenas, albergaban tres plantas. La más cercana a Orcera, según autores, por sus dimensiones, menor altura y mayor volumen, era un castillo rodeado de una cerca. Tanto por sus formas como por los materiales, similares a las de Peñolite, están datadas de época beréber, almorávide o almohade.


LA FORTALEZA  Y VILLA DE SEGURA DE LA SIERRA
No tenemos ningún texto que nos permita saber la fecha de su construcción; pero algunas fuentes nos hablan de la Tavara fenicia, la Oróspeda griega, la Tader romana, Altum Castrum, al final de época romana y la Yabal Šaqūra, de época musulmana.
Estos últimos parece ser que ocuparon este enclave casi desde los primeros momentos de sus conquistas hispanas, dado el gran valor estratégico desde el que controlar el valle. Segura fue escenario de los encastillados que tomaron parte en la revuelta de muladíes contra el emir de Córdoba, Abd Alláh. En el siglo XI Segura adquiere gran importancia al convertirse en un pequeño reino de Taifas, y en el siglo XII en el señorío de Ibn Hamušk, señor de Šaqubuš (Socovos) tras rebelarse con los almorávides. Administrativamente, Segura era un iqlim dependiente de la kora de Ŷayyān (Jaén).
            Textos de geógrafos e historiadores árabes nos hablan de Segura con diferentes elogios: al-Zuhri “Junto a la montaña de Fary al-Daylam se encuentra la montaña de Segura llamada Ibliz, poblada de fortalezas, castillos y alquerías y muy rica en plantas y árboles frutales”. Idris ben Abdallah, “Segura es un fuerte habitado como una villa, situado en la cumbre de una montaña muy alta y escarpada. Los edificios son bellos”. Allahomar dice “Segura es un fuerte que es como una verdadera villa muy poblada en el pico de una montaña con laderas muy escarpadas y bien construida”. Al-Mahalli, “En la cumbre de la montaña está la villa de Šaqūra la más inexpugnable de todas las villas de España”. Así lo muestra los baños públicos de la villa, como los de la propia fortaleza.
Con la conquista del territorio y el establecimiento de la Orden de Santiago probablemente haría necesaria la reconstrucción de la fortaleza y la construcción de un convento y de una iglesia dentro de sus muros, con lo que la importancia de Segura creció considerablemente. Según las distintas visitas que la Orden realizaba periódicamente a la Encomienda de Segura nos hablan de la villa, que estaba cercada de murallas y torres, de calicanto, a la que se accedía por cuatro puertas: Gontar, Orcera, Nueva, y Catena; esta última tiene forma de recodo, al igual que la de entrada a la fortaleza, para mejor defensa y dificultar la entrada de enemigos.






Puerta de Gontar, Puerta de Orcera, Puerta Nueva y Puerta de Catena respectivamente.

La fortaleza de Segura, sobre las bases de época musulmana, los Caballeros de la Orden de Santiago  reconstruyeron el castillo en el primer cuarto del siglo XIII adquiriendo un estatus legítimo. Aprovechan y remodelan las estructuras adaptando a sus necesidades militares con un diferente estilo, el mudéjar, cuyo modelo cogen del mudéjar toledano. Asentada sobre peña viva en una cuesta muy alta, para subir a ella había que atravesar dos barreras o baluartes con sus puertas de pino. 





El recinto cuadrado tiene una sola entrada, en recodo como la Puerta Catena, con una puerta de madera de roble. Los muros exteriores están protegidos por seis torres, la mayoría de ellas rectangulares y una  circular que sirve de refuerzo y comunicadas entre sí por un adarve. La “Torre del Homenaje”, que  es cuadrada como una plaza, sobresale de las demás más grande y más impresionante. Esta construida en un solo bloque de cierta altura. Tiene tres pisos con techo abovedado. Los tres pisos están conectados por una escalera ahuecada dentro de los muros, su colocación varia en cada piso y su construcción abovedada en ladrillo mudéjar (algunas partes es similar a la escalera del castillo de Yeste) llevan hasta la cubierta, terraza protegida con muros y almenas. Las ventanas abiertas son de varios tipos: en la sala principal, son de arco de medio punto con cornisa mientras que las otras están colocadas de dos en dos en todo el grosor del muro,  formando nichos que dibujan arcos con forma de herradura.


                El castillo de Segura despues y antes de la restauración.
         Tras pasar la puerta de entrada se accede al patio de armas donde se ubicaban varias dependencias, entre las que sobresalen restos de baños árabes y la capilla de Santiago.
Según las mencionadas visitas, nos detallan con minuciosidad todos y cada una de las partes de la fortaleza. Dado lo limitado de este trabajo, solo mencionar que la fortaleza contaba con todo lo necesario de uso militar: caballerizas, almacenes, mazmorras, armas: ballestas, espingardas, borlatas para pólvora, cañones, cerbatanas, masaquines, salitre, zurrones de pólvora, corazas, rodelas, capacetes, lanzones etc.
La fortaleza en cuestión es un cerco irregular de muros con refuerzos, y  conectado con un doble muro que desciende poco a poco hasta unirse con las fortificaciones que rodean la ciudad. Como toda fortaleza, contaba con una poterna por donde escapar en caso de peligro. Entre este recinto se observan restos de otro aljibe. Tan inexpugnable fortaleza, nunca fue tomada por la fuerza de las armas, sino mediante pactos, sumisión, entrega o tras asedio, más o menos temporal, tanto en época musulmana como cristiana. Será durante los siglos XVI y XVII, con la pérdida de su importancia estratégica y militar junto el declive de las ordenes de los militares, el castillo fue cada vez más abandonado (según ya informan algunas de las “visitas”) y caería progresivamente en un estado de abandono para finalmente convertirse en una enorme ruina.







            En 1808, durante la Guerra de Independencia, a pesar de la resistencia de los vecinos, la ciudad fue finalmente ocupada por los invasores franceses que quemaron el archivo, destruyeron la villa y volaron la fortaleza el día de su retirada. No solo con eso, el paso del tiempo y las inclemencias naturales, unido a la mano del hombre que la utilizó como cantera, la fortaleza era una autentica ruina. Gracias a la Dirección del Patrimonio Histórico Español, se inician los medios para la recuperación de la fortaleza. Encargado a la Dirección General de Arquitectura, serán los arquitectos Francisco Pons Sorolla y Rafael Manzano Martos los autores del proyecto de reconstrucción. Los trabajos se llevaron a cabo entre los años 1964 y 1968 y su coste total fue de 5 938 929 pts. (35 693.68 €).
En los últimos años del siglo XX se realizaron en la fortaleza y villa otros estudios arqueológicos y restauración, con más o menos acierto. Actualmente, la Fundación “Patrimonio Sierra de Segura”, y otras instituciones, han llevado a cabo un proceso de reestructuración y puesta en marcha de un centro de interpretación “Segura de la Sierra. Tierra de Frontera” que, según los espacios temáticos inspirados en las descripciones de los “visitadores”, nos aproximan a lo que fue en su momento la importancia histórica de Segura.


III. SALIDA DEL VALLE. CONTINUACIÓN CAMINO DE LOS CARTAGINESES
               
                 Este Camino de los Cartagineses, que llegando al extremo de la provincia de Jaén, Siles, penetraba en el actual provincia de Albacete donde se ubicaban los siguientes enclaves:


CASTILLOS DE PEÑAFLEITA, TASCA,  PEÑA HORADADA
Antes de llegar a Siles, frente al cerro de Cabeza Grande y a unos 150 mts. antes del puente sobre el Guadalimar, sale un carril que sube por terreno muy accidentado de la Sierra del Calderón, que corresponde al nuestro “Camino de los Cartagineses” o “Camino de Andalucía” , continuando por la Peña del Cambrón (restos arqueológicos ibéricos y romanos), que estaba vigilado por los castillos de Peñafleita, Tasca y Peña Horadada.
            Del castillo de Peñafleita solo quedan varios lienzos de muralla construidas en mampostería y recubiertos de tapial. Recinto rodeado de un gran foso natural, por lo que originariamente dispusiera de un puente de madera que facilitara su acceso. A la espalda del castillo se encuentran restos de viviendas de lo que debió ser su población.
           Del castillo de Tasca, solo subsiste un pequeño lienzo de muralla, construido, también, en mampostería y recubierto de tapial, en estado de ruina progresiva. En sus inmediaciones se localizan dos importantes yacimientos ibéricos.
            Peña Horada, situada en las faldas del cerro, hubo otro recinto fortificado.
            Pertenecientes a la cora de Ŷayyān (Jaén), posiblemente tomaron parte de los encastillados rebeldes ante el emir de Córdoba, Abd Allah, durante la revuelta muladí dirigida por Omar Ibn Habsun y que, posteriormente, fueron sometidos por Abd al-Rahman III originando su decadencia. Para algunos autores fueron edificados a raíz de estos hechos.


FORTALEZA DE SILES
La fortaleza de Siles ejercía, junto a los citados castillos, un estrecho control en los caminos de Levante y en este de los Cartagineses.
Construida en tiempos del emir Abd al-Rahmam II (846), primero como una torre militar junto al de al-Kutyya (Cotillas) y, muy posiblemente, sobre otra construcción de época romana, con el objetivo de mantener la seguridad  del trayecto  que unía al-Karas (Alcaraz) y Šaqūra (Segura). De su importancia ya nos habla el último rey zirí de Granada en sus interesantes “memorias”.
El recinto tenía forma de rectángulo con torres en cada uno de sus ángulos  y en uno de ellos se ubicaba la fortaleza principal. Hoy se conserva  lo que fuera torre del homenaje, conocida como El Cubo por su forma cilíndrica; esta tiene unos 27 mtrs. de altura, sus muros son de unos 2´65 mtrs. y en su interior albergaba dos espaciosos aposentos. Exteriormente una escalera que partiendo de la base comunica con el aposento superior, muy espacioso, con bóveda gótica y nervios de crucería. Toda la torre trabajada en obra de mampostería, con mucho material de cal, es obra eminentemente cristiana, del siglo XIV, construida sobre lo que hubiera de época musulmana.
Siles fue conquistada por los caballeros santiaguistas en el año 1242. En el verano de 1339, Siles sufre un ataque de parte de los musulmanes de Granada. La batalla que se libró en el lugar conocido como La Loma, fue cruenta pero ganada por los cristianos. Esta fortaleza, desprotegida ya que carecía de cerca, quedó muy dañada. Por estar en terreno más llano, y más accesible, no sería este el único ataque de los musulmanes. Es por lo que en 1397, ante la petición de los vecinos de Siles, el maestre Lorenzo Suarez de Figueroa, en consejo de los Treze, deciden concederle a Siles no solo separarse del concejo de Segura dándoles el mismo fuero sino, además, conceder que se estudie y realice la construcción de una cerca, la cual se construirá ese mismo año, siendo revisada por dicho Maestre, en 1403.


EL CASTILLO DE COTILLAS
Aunque este castillo esté fuera de los límites de esta provincia, hemos creído conveniente englobarlo en nuestro trabajo como parte de esta importante vía.
Entre Siles y Riopar nos encontramos con el estratégico castillo de al-Kutyya (Cotillas), en la actual provincia de Albacete. Su nombre significa “la colina”. Ello está perfectamente aplicado ya que en esta colina se ubicó un magnífico castillo, no solo por su enclave y dominio del territorio sino por su construcción, como se puede apreciar en sus restos. De su exterior quedan interesantes lienzos de murallas y torres; trabajadas en obra de cantería, la parte inferior, y de calicanto la parte superior. En su interior quedan restos de lo que fuera la torre del homenaje; obra de piedra en mampostería con revestimiento de argamasa y calicanto en su interior que albergaba varios aposentos; también se aprecia lo que fuera el patio de armas así como un gran aljibe. Todo esto nos pone de manifiesto que fuera construido y ocupado en distintas fechas. Conquistado en 1244 por los caballeros de la Orden Militar de Santiago quedando bajo la dominación directa de la Corona de Castilla tras la conquista de Alcaraz, en 1213, por Alfonso VIII de Castilla. En el siglo XV, fue una de las cinco villas donadas al comendador de Segura, Don Rodrigo Manrique, tras la conquista de Huéscar a los musulmanes, en 1434.

CASTILLO DE TORRES O DE LA YEDRA
Este castillo musulmán se construyó en la cumbre de la montaña de El Romeral, cuya cota más alta es El pico de la Alberca (1145 mtrs.), en lugar estratégico de zona alta y escarpada de difícil acceso, con almenas y defensas circundantes de gruesos muros de piedra mezclada de mortero de calicanto, como pueden apreciarse en algunos restos.
           


 Por ser codiciado este enclave estratégico, que dominaba las vías de comunicación entre los enclaves del iqlim de Segura y La Mancha,  cayó en poder de los cristianos siendo donado a la Orden Militar de Santiago, en 1235, además sus términos de Albánchez, Beas, Canena y Cotiellas. Las Relaciones de Felipe II nos hablan de su importancia con el nombre de Castillo de la Yedra “ques tan fuerte que si no es por puente levadizo no se podría subir a el e con gran dificultad se podría ganar por su aspereza, questa despoblado e sin edificios. Que está a la vista de Segura, a dos leguas; de Siles a otras dos leguas; de Cotiellas que dista tres leguas; de la fortaleza de Hornos questa quatro leguas, e de mucha parte del Andaluzia”. Tras  su despoblación, se formó otro enclave en cotas más bajas donde los santiaguistas edificaron una torre defensiva, remodelada en el siglo XV; aunque algún autor dice ser un castillo. Según los visitadores de 1478,1480 y 1498 hablan de una torre de calicanto, gruesos muros por donde va una escalera que comunica con tres o cuatro bóvedas; pretil, almenas y cubierta de madera y tejas. En la última planta cuenta con un sistema de canalización para que discurra el agua hasta el aljibe de la planta inferior. Actualmente se conserva en el centro de la población. Realizada en obra de mampostería de gruesos muros cuyos ángulos están protegidos por dos cubos ataulados como protección ante el avance de la artillería.


IV. CAMINOS DE LEVANTE AL VALL DE SEGURA

Pasado Torres de Albanchez  y subiendo al Collado de los Yesos, del monte Picazzo (1294 mtrs.) desde donde  se divisan los llanos de La Mancha por donde discurre el Camino de Levante y las comunicaciones con los Caminos del Norte, está el paso de comunicación entre Génave y Villarrodrigo. Cogiendo la bifurcación de la derecha en dirección a Bienservida  y Alcaraz (al-Karas, el Cántaro), se llega a:

VILLARRODRIGO
Conquistada por los cristianos, en 1235, en pugna con el poderoso Concejo de Alcaraz, pasó a manos de la Orden Militar de Santiago englobándola a la Encomienda de Segura de la Sierra. La antigua Albaladejo era lugar dependiente de la villa de Segura, la cual, en el siglo XV, don Rodrigo Manrique la hizo suya quitándole la jurisdicción del concejo de Segura y cambiándole el nombre por el de Villarrodrigo, causa que motivó un largo pleito.
         Tanto las visitas de 1478, 1480 nos informan de una torre de calicanto de muy buenos muros, con dos bouedas y una escalera de calicanto hecha en caracol en el gordo de la pared de la dicha torre e vn tejado de madera e tejas que cubre las bóuedas e gordo de las paredes por donde van las aguas a vn pozo que esta en el dicho suelo. La visita de 1498, aparte de darnos la misma información anterior, nos aclara que esta torre es del Conçejo de la dicha villa por preuillegio, encima de la boueda alta un pretil e almenas en la qual avian mandado los visytadores pasados al Conçejo reparar el tejado e vna puerta de la dicha torre, lo qual fallaron bien reparado. En el transcurso del tiempo esta torre se haya ido remodelando hasta el aspecto que hoy vemos.
            Actualmente encontramos en el centro de Villarrodrigo una espléndida torre hecha de excelente mampostería, de color rojizo, de planta cuadrada de unos 13´60 mtrs., cuya entrada  los es a través de un arco de medio punto de bien talladas dovelas. Solo conserva una sola estancia ya que a mediados del siglo XX la torre fue desmantelada para reducirla a nivel de las casas del entorno y rematada con una balaustrada. De propiedad particular, hace pocos años fue adquirida por el Ayuntamiento cuyas autoridades han conseguido retirar dicha balaustrada, adecuar el recinto para darle su esplendor histórico.


GÉNAVE

            Geográficamente, Génave esta abierto a los caminos que comunicaban con La Mancha, Levante, Granada, y vall de Segura por el Collado de los Yesos a Torres de Albanchez. Conquistado este pequeño asentamiento rural musulmán, al mismo tiempo que Villarrodrigo y Torres, pasó a englobarse en la Encomienda de Segura de la Sierra.
La actual torre, conocida como Torre de la Tercia, es obra cristiana perteneciente al castillo que construyeran los santiaguistas entre los siglos XIII-XIV sobre el antiguo hisn musulmán. Según la visita que en 1468 hiciera Francisco de León, informa: Ay otro lugar llamado Xenave, con otra torre muy buena que tiene dos bovedas de calicanto donde se retraen los del lugar quando vienen los moros; sin embargo, según la visita de 1498 nos informa: torre la qual es alta es de calicanto… fasta tres tapias de alto e tiene sus puertas e çerrojo grueso e la pared es buena e entrando en ella esta vn atajo de predia syn puertas en el qual esta vna buena camara de aposentamiento y tiene la dicha torre tres bouedas vna sobre otra y en la boueda mas alta tyene vnos arcos y ençima de la torre vn tejado bueno bien reparado, y continua diciendo ser necesario reforzar con calicanto el tejado porque los ayres quitan las tejas e se pierde en caño por donde va el agua al aljibe.

          
            Embutida dentro de dependencias del Ayuntamiento, es necesaria autorización para entrar. Según ciertos autores, esta torre presenta una planta cuadrada, de unos once metros de lado, cuyo interior se articula en dos pisos cubiertos por bóvedas de cañón apuntado.


TORRE DE LA LAGUNA


A unos tres kilómetros de Génave se encuentran las ruinas de lo que fuera la Torre de la Laguna o de Çarracotin. Edificada sobre un promontorio rocoso, a unos 760 mts. de altitud en dirección a Sierra Morena, próxima a la laguna endorreica, se puede apreciar ser de planta rectangular con dos pisos superpuestos y una azotea con parapeto. Muros de piedra, unidos por tapial y recubiertos de argamasa, le dan una gran solidez. Obra cristiana, seguramente por los santiaguistas, esta torre fue un elemento esencial como posición avanzada de vigilancia y protección de los poblados cercanos frente ataques árabes. Aquí se dice que mataron a don Beltrán e nunca lo echaron menos hasta los puestos pasar.
           
CASTILLO DE MATAMOROS
Desde la actual carretera N. 322, casi coincidente con la antigua Vía de Levante, se encuentran las ruinas de lo que fue un castillo musulmán, conocido como de Matamoros. Edificado sobre terreno tortuoso, solo quedan los restos de un muro de tapial y calicanto. Ubicado en una finca particular en el actual término de La Puerta, ha sido consolidado recientemente, y los naturales lo conocen como Matafría.




V. CAMINOS DE SILES AL GUADALQUIVIR

                Estos caminos trazados desde el valle, posiblemente desde época musulmana, se adentraban en el interior de la sierra. Entre las fortificaciones nos encontramos con:


CASTILLOS DE PUENTE HONDA O PONTIHONDA, Y MORLES. CASA FUERTE DE LA HUETA O GÜETA

            Antes de llegar al puente sobre el Guadalimar que da entrada a Siles, sale un carril a la derecha que nos llevará a la aldea de Puente Honda o Pontihonda. En la ladera del cerro de Bucentaina se ubican los restos del pequeño castillo de este nombre. Edificado sobre dos piedras gemelas, se levantan dos torres  unidas por dos muros, de los que apenas quedan restos. Estas torres, de pequeñas dimensiones, presentan planta cuadrada que albergan dos estancias, construidas en mampostería con saeteras. Por sus características, este castillejo es de época cristiana mandado construir por la Orden de Santiago para vigilar el camino que comunicaba con Siles y los enclaves de Bujarcaid y Bujaraizar en el Guadalquivir.


LA HUETA O GÜETA
Es una aldea situada algunos kms. subiendo por el mismo camino, en la que  existe lo que fuera una “casa fuerte”, identificada por la existencia de unas saeteras en la parte inferior de sus muros. Las Relaciones de Felipe II nos dicen ser “una dehesa de los Vazquez, vezinos de Syles”. Seguramente esta “casa fuerte”, de época cristiana, sería para defensa del citado camino contra enemigos o salteadores.
Posiblemente esta sería la ruta que desde Siles, el día 3 de noviembre de 1434, iniciara Don Rodrigo Manrique, junto con 200 hombres a caballo y 600 peones, llegando a Pontones, próximo al nacimiento del río Segura, atravesara los Campos de Hernán Perea por un terreno bravo y agreste, con montañas entre 1.500 y 2.000 mtrs.  para ir a la conquista de Huéscar, a donde llegaron el viernes 5, a media noche, después de recorrer unos 150 km. de distancia.


EL CASTILLO DE MORLES.
 Situado en las inmediaciones de Siles por el paso natural del río Morles. Algunos autores creen se edificara después de la campaña de pacificación que Abd al-Rahman III llevó a cabo en 913 contra los rebeldes encastillados muladíes. Lo que subsiste de este castillo es un pequeño lienzo de muralla construido en mampostería y recubierto de tapial. A la espalda del castillo se encuentran restos de viviendas de lo que debió ser su población, la cual desapareció tras la conquista cristiana.


VI. CAMINO COLLADO DE LOS ALMENDROS

                Situándonos en la época bajo-medieval uno de los caminos históricos era el conocido como COLLADO DE LOS ALMENDROS que comunicaba Cazorla con Segura de la Sierra, el cual iba entre ambas Sierras paralelo al río Guadalquivir. Este camino estaba vigilado por la Torre del Vinagre, construida en material de calicanto. Actualmente en su lugar se ubica el Centro de Interpretación de la Naturaleza. Siguiendo aguas arriba del Guadalquivir nos encontramos con los enclaves de:


CASTILLO DE BUJARAIZAR,  TORRES DE  BUJACARDIN Y  AMUSGO
Subiendo aguas  arriba se encuentra el castillo o Hisn Burg-al.-Arid  (Bujaraizar). Levantado sobre una suave colina queda en una isleta sumergida en las aguas del pantano del Tranco,  pero cuando descienden las aguas se puede alcanzar el castillo a pie enjuto. Esta construcción defensiva consta de un recinto exterior poligonal y una pequeña torre del homenaje. Todo está construido en hiladas de menuda mampostería con mortero de cal. En 1494, la Encomienda de Segura de la Sierra poseía acá una dehesa. Años más tarde, en 1575, por enajenación y pleitos, el castillo y la dehesa eran de Gonzalo de la Peña por concesión real. Más arriba se forma otra isla mayor, llamada Cabeza de la Isla, donde se encuentran los restos del castillo o Hisn  Burg-al-Cadi (Bujarcayd o Bujacardin) que fue más bien una torre vigía de la fortaleza de Hornos; construida en calicanto y mampostería.
Según las Relaciones de Felipe II “a la parte del mediodía, a çinco leguas de Sigura, hay otro castillo muy fuerte porque esta fundado sobre una peña a la parte de las Guadamulas, que se llama Peña Hamusgo”, en el arroyo de Aguamulas.

LA FORTALEZA DE HORNOS
Al norte del  castillo de Bujaraizar, el camino se bifurcaba en dos ramales: el 1º iba en dirección a Beas, con encomienda propia, que merece un estudio aparte, donde se ubicaba una alcazaba o castillo, en el que actualmente se ha  creado un centro de interpretación. El 2º ramal subía en dirección noroeste  y cruzando el río Hornos, afluente del Guadalquivir, iba a la villa y al hisn Fornus (Hornos), que pertenecía al distrito de Segura.
            Conjunto fortificado con la muralla que encerraba población la fortaleza. Edificado por los musulmanes sobre un conjunto rocoso, posiblemente sobre asentamientos muy antiguos, desde el que se domina el valle del Guadalquivir y las vías de comunicación, fue conquistado, en 1239,  por el maestre de Santiago, don Rodrigo Yñiguez, siguiendo su intento de penetración hacia el sur para aislar el reino de Murcia cuyo rey Ibn Hud habia sido asesinado en 1238, consiguió la posesión de Hornos “quod es in frontaria de Segura”; de aquí el error en las Relaciones de Felipe II que atribuyen la conquista “a un maestre de Santiago, que se decía Pedro Pérez Pelay Correa”, cuando este no fue Maestre hasta las últimas décadas de 1242.


            Lo más destacable de este conjunto, según la visita de 1498, es: la Torre del Homenaje de calicanto muy buena con esquinas redondeadas. La puerta de entrada, de madera de pino, está muy alta a la que se sube mediante una escalera de madera. Dentro de esta torre tiene una bóveda muy buena donde se guardan algunas armas, y un aljibe de agua llovediza; y subiendo por otras escaleras ay otra bóveda donde ay un horno y un molino de mano; otra escalera lleva a lo alto de la torre que esta pretilada y almenada con un tejado por donde discurre el agua al aljibe interior. La otra parte importante del conjunto es la puerta de entrada a la villa con acceso acodado, con  bóveda y arcos de ladrillo de aspecto mudéjar, similar a la entrada del castillo de Segura, como veremos más adelante. Del resto de murallas y torres, aún conservan aspectos de tapial árabe, así como un aljibe en lo que sería el patio de armas.
            Fue en Hornos, donde tuvo lugar el enfrentamiento entre los enviados de don Álvaro de Luna, que ostentaba el cargo de Maestre de Santiago, cargo al que aspiraba don Rodrigo Manrique, comendador de Segura, que se creía con más derechos; de aquí su rebeldía. Luchas nobiliarias enfrentaron a los partidarios de Juan II, a los del príncipe don Enrique y a don Álvaro de Luna; este mando ciertos nobles contra don Rodrigo declarándole guerra cruel. Es por esto que don Rodrigo, ayudado por vecinos de Hornos y por su hermano don Gómez tendió una celada al Mariscal Diego Fernández de Córdoba, el cual cayó en dicha celada teniendo que huir al ser vencido.

VII. CAMINO EN EL VALLE DEL RÍO SEGURA

En el Valle del Río Segura, a medio día y levante de Segura, existieron en época musulmana numerosos poblados y aldeas: Tobos, Marchena, Marchenica, La Muela etc., algunos de ellos con fuertes castillos o torres, entre los que citamos a:


TORRE DE GONTAR
El pueblo de Góntar, aunque perteneciente a Albacete, forma parte de este trabajo por su proximidad a la provincia de Jaén y situación en la margen derecha del río Segura, cercano a la confluencia con el río Zumeta. Topónimo que, según don Modesto Vigueras es de posible origen germánico, contaba con una torre o castillo construido sobre un promontorio estratégico que controlaba el camino de Yeste a Segura. 
Por los restos que se conservan en las afueras de la actual aldea, parece ser una torre circular con muros de calicanto. Un estudio arqueológico precisaría este dato.


CASA FUERTE DE  MILLER




En la aldea de Miller, nos encontramos con lo que fue un castillejo o Casa Fuerte. Construida sobre un posible enclave musulmán, se alza sobre un promontorio rocoso para la defensa localizada en uno de los pasos estratégicos hacia el interior de la Sierra por el valle del río Segura, y el paso natural del río Zumeta. Si fue útil para los musulmanes, lo será mayor para los santiaguistas para el control de bandidos  y almogávares que rondaban aquella zona de frontera con Granada y Murcia durante los siglos XIII al XVI. Del edificio original apenas se conserva una torre y una muralla de unos 40 mtrs. de longitud por 6 mtrs. de altura del paramento exterior, poco perceptibles, que cierra el caserío hacia la vertiente del río Segura, quedando el resto muy enmascarado por los edificios adosados a la construcción primitiva.


LAS GORGOLLITAS
Siguiendo aguas arriba del río Segura, a la izquierda se encuentra la aldea de Las Gorgollitas, donde hubo otro castillo musulmán o una torre óptica, solo quedan restos de su ubicación, lo cual no me fue posible su localización cuando visité la aldea.
            La importancia histórica de Gorgollitas, la árabe Furgalit perteneciente al Iqlin de Shaqura de la cora de Jaén, Ŷayyān, es la de ser cuna de Abu Abd Allah b. l-Jisal, en el año 465/1072. Gran personaje que, emigrado a Córdoba, destacó no solo como político, puesto que sirvió en la corte como katib (secretario), sino como poseedor de múltiples conocimientos en todas las ramas del saber, sabio, inteligente, maestro de toda clases de ciencias y un gran poeta, escribió varias obras. Durante la finna de Córdoba contra los almorávides murió asesinado por los beréberes Masmuda, el año 540/1146.

IV. TÉRMINOS DE CONSTRUCCIONES MILITARES.


Como decíamos anteriormente, esta comarca, por su situación fronteriza en muchas ocasiones, estuvo poblada por una serie de fortificaciones que definiremos someramente:
ALCAZABA—Del árabe al-qasaba. Era una potente fortaleza de la España musulmana. Se edificaba en lugar favorable e iba unida por un extremo a la muralla de la ciudad; en el interior solía estar el Alcázar o palacio.
ALMENA—Cada uno de los prismas que coronan los muros de las fortalezas o castillos, para resguardarse en ellas los defensores.
ASPILLERA—Abertura larga y estrecha en un muro para disparar por ella las flechas.
ATALAYA—Torre, normalmente prismática o troncocónica, de varios pisos, alzada en lugares de gran visibilidad en las tierras fronterizas. La atalaya ofrecía un refugio precario y enlazaba con las poblaciones fortificadas para formar una red que permitía proteger con rapidez las alarmas y los avisos sobre las actividades hostiles del enemigo [2] Tanto las atalayas como las torres vigías se enclavaban en cerros prominentes; tenían sus guardas y escuchas, de día y de noche, que avisaban según la contraseña (humo o fuego), y para vigilar los caminos.
CASTILLO—Edificio fortificado de un jefe, señor, noble o rey. Es un complejo militar, dependiente de la fortaleza  y vigilante de ella. Asentado generalmente o casi siempre en lugar dominante. El objetivo principal del castillo era asegurarse  de que una fuerza atacante  no pudiera hallar base ni asidero a lo largo de las murallas que podían tener  de 3 a 8 metros de ancho.  Todas las partes arquitectónicas, pues, del castillo tenían su  función de defensa contra el enemigo siendo la puerta  el punto más vulnerable; se la protegía  bien de una barbacana (el castillo de Segura contaba con más de una), obra avanzada compuesta de una o más torres. Si los atacantes lograban ocupar la barbacana, tenían que salvar la puerta, que a veces  tenía su rastrillo, encima de la cuál a través de los matacanes podían arrojar aceite, agua y pez hirviendo, piedras o cualquier otro material.
FORTALEZA—Ciudad amurallada, con la alcazaba o recinto fortificado que según su naturaleza recibe distintos nombres como castillo, fortín, ciudadela, fuerte etc. El concepto de fortaleza implica  una idea  de continuidad en las obras y de defensa en todos los sentidos.
MERLÓN—Cada  uno de los trozos  de parapeto que hay entre tronera y tronera


BIBLIOGRAFÍA

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FUENTES DOCUMENTALES

AHN. OO.MM, libro, 1069

MARÍA BALLESTEROS LINARES
LICENCIADA EN GEOGRAFÍA E HISTORIA
GRANADA, 2007






3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, muy interesante el artículo. Tengo varias dudas respecto al mismo. Concretamente sobre la fundación de Siles que se dice en torno a mediados del siglo IX, y posiblemente sobre restos romanos, ¿de dónde sale esta información?, y en cuanto a los castillos de Peñafleita y Tasca, ¿qué autores son los que dicen que se fundan después de la campaña contra los muladíes?

Saludos.

Pinero dijo...

Le plantearé las dudas a la Autora.

El mantenedor

José Carlos dijo...

Hola, supongo que consultando la bibliografía podrá encontrar esas fuentes. No obstante, si disponde de alguna información contraria a la expuesta en el artículo, sería interesante publicarla para que todos podamos colaborar en la investigación.

Saludos.